EL PEQUEÑO SECRETO DETRÁS DE «HERE COMES THE SUN» LA CANCION DE THE BEATLES DE 1969

EL PEQUEÑO SECRETO DETRÁS DE «HERE COMES THE SUN» LA CANCION DE THE BEATLES DE 1969

La canción “Here Comes The Sun”, la obra maestra de George Harrison, esconde un pequeño secreto que ha intrigado a los fans de The Beatles durante décadas, fue incluida en el álbum “Abbey Road”.

En el último verso de esta canción, que se convirtió en un himno de esperanza y optimismo, el músico canta “it seels like years”, una combinación inusual de “seems” y “feels”. ¿Fue un simple error o un toque de genialidad intencional?

La historia detrás de este peculiar verso se remonta a las sesiones de grabación de Abbey Road, en ese momento, Harrison se encontraba en un punto crucial de su carrera, buscando consolidarse como compositor dentro de la banda.

Aislado de las tensiones internas del grupo, encontró refugio en su jardín, donde compuso esta canción que refleja un sentimiento de renacimiento y alegría.

EL ERROR QUE ESCONDIÓ GEORGE HARRISON EN HERE COMES THE SUN DE THE BEATLES

Al grabar la canción en 1969, Harrison se enfrentó a una pequeña duda: ¿debería cantar “it seems like years” o “it feels like years”? En lugar de tomar una decisión definitiva, el músico decidió improvisar y cantar una combinación de ambas frases, creando así un momento único y memorable.

Este “error” no solo pasó desapercibido para la mayoría de los fans, sino que se convirtió en una característica distintiva de la canción, la ambigüedad de la frase “it seels like years” añade una capa extra de profundidad a la letra, permitiendo que cada oyente interprete la canción de manera personal.

A lo largo de los años, muchos fans han especulado sobre el significado de este verso, algunos sugiriendo que refleja la incertidumbre y la confusión que sentía Harrison en ese momento, mientras que otros creen que es simplemente una muestra de la espontaneidad y la creatividad del músico.

Independientemente de la intención original de Harrison, lo cierto es que “Here Comes The Sun” sigue siendo una de las canciones más queridas y reconocidas de The Beatles, el pequeño “error” en el verso final no solo no resta valor a la canción, sino que la convierte en una obra aún más fascinante y enigmática.

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