Cuando pensamos en Beat It, uno de los grandes éxitos de Michael Jackson, lo recordamos como una poderosa fusión entre pop y rock, con un inolvidable solo de guitarra de Eddie Van Halen.
Pocos saben que esta icónica canción estuvo a punto de tomar una dirección mucho más heavy, casi entrando en el terreno del metal, todo comenzó cuando Jackson, decidido a romper las barreras del pop tradicional, quiso que su música tuviera la energía cruda del rock pesado, algo que pudiese competir con bandas como Van Halen y AC/DC.
MICHAEL JACKSON Y EL GIRO INESPERADO EN LA PRODUCCIÓN DE BEAT IT: DE METAL A POP-ROCK
El tema se incluyó en el álbum Thriller de 1982, que fue producido por Quincy Jones, el encargado de materializar esta visión, junto a Steve Lukather en las guitarras y Jeff Porcaro en la batería, comenzaron a dar forma a Beat It en un estudio de grabación.
Según Lukather, la primera versión de la canción tenía una vibra mucho más pesada de lo que Jackson y Jones habían anticipado, “lo hicimos al revés”, comentó Lukather en una entrevista, “la guitarra de Eddie Van Halen y la voz de Michael ya estaban grabadas, pero todo lo demás tenía un tono más metalero, más duro”.
La versión original de Beat It sorprendió a Jones, quien inmediatamente decidió que algo debía cambiar, “es demasiado metalera, tienes que calmarte”, le dijo a Lukather, explicando que necesitaba suavizar el sonido para que la canción fuera apta para las estaciones de radio pop.
Quincy Jones, siempre con un ojo en el equilibrio perfecto, sabía que el crossover entre géneros debía ser preciso, finalmente, el resultado fue el himno que todos conocemos: una poderosa mezcla entre la ferocidad del solo de guitarra de Van Halen y la accesibilidad del pop, uniendo a fans de ambos géneros, se publicó el 14 de febrero de 1983.
La decisión de suavizar el sonido no eliminó la esencia rockera, pero le dio el toque justo para convertirse en un hit mundial que rompió récords y consolidó a Michael Jackson como el “Rey del Pop”, llegando al No.1 en el Billboard Hot 100 y al No.3 en el UK Singles Chart.
El videoclip de «Beat it», fue dirigido por Bob Giraldi y coreografiado por Michael Peters, que cuenta con algunos de los mejores movimientos de baile de Jackson, famoso por su coreografía grupal sincronizada contó con la presencia de 18 bailarines profesionales, costó 150.000 dólares después de que la CBS rechazara financiárselo.
Beat It se convirtió en una de las canciones más emblemáticas del álbum Thriller, y su éxito marcó un antes y un después en la música popular, Michael Jackson no solo rompió las barreras del género, sino que también demostró que una colaboración bien pensada entre el rock y el pop podía conquistar a audiencias de todo el mundo.